Más de ocho restauranteros de la colonia Manigua ubicados en el corazón del balneario de esta ciudad se vieron severamente afectados por la furia del mar que les reclama su espacio que le han ganado.
la erosión provocó que palapas e inclusive las palmeras, de las pocas que quedan en la isla fueran devastadas y arrancadas de raíz de su lugar de origen.
restauranteros del lugar dijeron que sus ventas han disminuido hasta en un 80 por ciento toda vez que perdieron sus palapas y sus comensales tienen temor de que de un momento a otro el mar regrese a cobrar lo que un día le ganaron.
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